Se sospecha que un escolta de Wilber Varela lo mató para cobrar la recompensa
Por: GUSTAVO RODRIGUEZ. EL UNIVERSAL-
Funcionarios de la policía científica no descartan que el móvil del asesinato del narcotraficante colombiano Wilber Varela, apodado "Jabón", considerado el jefe del cartel del Norte del Valle, haya sido una traición de parte de uno de sus escoltas para cobrar 5 millones de dólares.
Aunque las autoridades venezolanas aseguran que necesitan cotejar su decadactilar con las huellas que les suministre la policía colombiana, en medios policiales se sostiene que efectivamente se trata del narcotraficante más buscado y jefe del cartel más grande del mundo. Su cadáver fue localizado la mañana del miércoles en una cabaña de un complejo turístico en Loma de Los Ángeles, en la carretera Panamericana, a pocos kilómetros de la ciudad de Mérida.
El subdirector del Cicpc, comisario Vicente Álamo, dijo que aguardan por los datos que les suministren las autoridades colombianas para correlacionarlos con el cuerpo que permanece en la morgue del hospital central de Mérida. Fuentes no oficiales refieren que el segundo hombre asesinado en la posada, Wirmar Pérez, sería el jefe del brazo armado del cartel del Norte del Valle, quien dirigía las sanguinarias bandas conocidas como Los Rastrojos. El coronel Néstor Luis Reverol, director de la Oficina Nacional Antidrogas ONA, confirmó que el cuerpo hallado en Mérida corrresponde al capo del cartel del Norte del Valle, que manejaba alrededor de 60% del tráfico de la cocaína colombiana. Su vida criminal cobró mayor fuerza luego del desmantelamiento -a mediados de los 90- del cartel de Cali. Inicialmente se localizó una cédula que lo identificaba como José Antonio Pérez Chacón, pero experticias refieren que se trata de Varela, dijo el general Reverol. Para los investigadores del Cicpc es fundamental establecer la más reciente relación de llamadas del agraviado, pues les permitirá conocer el círculo de amistades y de relaciones que el narcocapo tenía en Venezuela. De igual forma es importante conocer cómo Jabón obtuvo identidad venezolana, lo que en el argot policial colombiano se le conoce como andar fantasmeado. Trascendió que en el pueblo de Roldanillo, de donde era oriundo el capo, las autoridades colombianas tampoco han podido obtener sus datos filiatorios, pues allí no existen registros de su nacimiento ni de su presentación. Los detectives de la policía científica comenzaron a tomarle declaración a los empleados de la posada porque estiman importante descartar o confirmar que los agresores de Jabón se hospedaron con él la mañana del pasado martes. Los empleados afirman no haber escuchado ruidos o disparos. Por ello se presume que los homicidas utilizaron silenciadores en sus armas. Wilber Varela presentó un disparo en la cabeza y otro en el pecho. Una fuente policial afirmó que se trata de un acto clásico de sicariato. Un tiro coquero para matar y otro pechero para asegurar, señaló el informante. Horas después de haberse divulgado el deceso del jefe narcotraficante, ninguna autoridad venezolana ha desmentido la versión según la cual el agraviado tenía más de un año residenciado en Venezuela. Ambos cadáveres se encuentran custodiados por efectivos de la policía regional y por detectives de la policía científica. Ningún pariente ha manifestado su deseo de reclamar los cuerpos, aunque el consulado de Colombia inició los trámites para la repatriación de los cadáveres. En la habitación donde fue asesinado el capo fueron colectadas conchas de balas que corresponden a calibre 9 mm. Los detectives intentan ubicar el auto Fiat Regatta en el que se desplazaban los criminales. Con información de Anthony Rangel
Por: GUSTAVO RODRIGUEZ. EL UNIVERSAL-
Funcionarios de la policía científica no descartan que el móvil del asesinato del narcotraficante colombiano Wilber Varela, apodado "Jabón", considerado el jefe del cartel del Norte del Valle, haya sido una traición de parte de uno de sus escoltas para cobrar 5 millones de dólares.
Aunque las autoridades venezolanas aseguran que necesitan cotejar su decadactilar con las huellas que les suministre la policía colombiana, en medios policiales se sostiene que efectivamente se trata del narcotraficante más buscado y jefe del cartel más grande del mundo. Su cadáver fue localizado la mañana del miércoles en una cabaña de un complejo turístico en Loma de Los Ángeles, en la carretera Panamericana, a pocos kilómetros de la ciudad de Mérida.
El subdirector del Cicpc, comisario Vicente Álamo, dijo que aguardan por los datos que les suministren las autoridades colombianas para correlacionarlos con el cuerpo que permanece en la morgue del hospital central de Mérida. Fuentes no oficiales refieren que el segundo hombre asesinado en la posada, Wirmar Pérez, sería el jefe del brazo armado del cartel del Norte del Valle, quien dirigía las sanguinarias bandas conocidas como Los Rastrojos. El coronel Néstor Luis Reverol, director de la Oficina Nacional Antidrogas ONA, confirmó que el cuerpo hallado en Mérida corrresponde al capo del cartel del Norte del Valle, que manejaba alrededor de 60% del tráfico de la cocaína colombiana. Su vida criminal cobró mayor fuerza luego del desmantelamiento -a mediados de los 90- del cartel de Cali. Inicialmente se localizó una cédula que lo identificaba como José Antonio Pérez Chacón, pero experticias refieren que se trata de Varela, dijo el general Reverol. Para los investigadores del Cicpc es fundamental establecer la más reciente relación de llamadas del agraviado, pues les permitirá conocer el círculo de amistades y de relaciones que el narcocapo tenía en Venezuela. De igual forma es importante conocer cómo Jabón obtuvo identidad venezolana, lo que en el argot policial colombiano se le conoce como andar fantasmeado. Trascendió que en el pueblo de Roldanillo, de donde era oriundo el capo, las autoridades colombianas tampoco han podido obtener sus datos filiatorios, pues allí no existen registros de su nacimiento ni de su presentación. Los detectives de la policía científica comenzaron a tomarle declaración a los empleados de la posada porque estiman importante descartar o confirmar que los agresores de Jabón se hospedaron con él la mañana del pasado martes. Los empleados afirman no haber escuchado ruidos o disparos. Por ello se presume que los homicidas utilizaron silenciadores en sus armas. Wilber Varela presentó un disparo en la cabeza y otro en el pecho. Una fuente policial afirmó que se trata de un acto clásico de sicariato. Un tiro coquero para matar y otro pechero para asegurar, señaló el informante. Horas después de haberse divulgado el deceso del jefe narcotraficante, ninguna autoridad venezolana ha desmentido la versión según la cual el agraviado tenía más de un año residenciado en Venezuela. Ambos cadáveres se encuentran custodiados por efectivos de la policía regional y por detectives de la policía científica. Ningún pariente ha manifestado su deseo de reclamar los cuerpos, aunque el consulado de Colombia inició los trámites para la repatriación de los cadáveres. En la habitación donde fue asesinado el capo fueron colectadas conchas de balas que corresponden a calibre 9 mm. Los detectives intentan ubicar el auto Fiat Regatta en el que se desplazaban los criminales. Con información de Anthony Rangel
Información de agencias Internacionales. Noticias emitidas EnmibersoaRadio. Gracias pòr su atención.