Una suspensión inmediata en las
actividades que se desarrollaban en la escombrera del Carrasco fue ordenada por
la CDMB después de detectar algunas
irregularidades que pueden afectar el medio ambiente.
Un informe técnico realizado por
expertos de la Subdirección de Evaluación y Control Ambiental de la CDMB señala
“que la escombrera se encuentra funcionando como un botadero de residuos a
cielo abierto, sin ningún tipo de control”.
La escombrera está habilitada
para la disposición de residuos como materiales de construcción y material
vegetal, como el proveniente de las podas realizadas a los arboles. Sin
embargo, en el lugar se hallaron desechos orgánicos, y elementos como
colchonetas, llantas y muebles que no son permitidos en el sitio, y que
estimulan la presencia de gallinazos y la proliferación de vectores.
El material encontrado por los
técnicos de la CDMB no estaba cubierto, ni nivelado, de una manera adecuada
para prevenir los daños ambientales. Dentro del informe técnico se establecen
afectaciones al recurso del suelo, por la presencia de sustancias nocivas como
plásticos, papel higiénico, llantas, muebles, vidrio y espuma; afectaciones al
recurso hídrico, por infiltraciones de lixiviados; y afectación al paisaje, por
la alteración de la calidad visual y la presencia de vectores patógenos.
El proceso sigue con la
notificación a la EMAB, los descargos por parte de la entidad, y el
cumplimiento de las recomendaciones que haga la autoridad ambiental.
Ludwing Mantilla, Subdirector de
Evaluación y Control Ambiental de la CDMB, señaló que se mantendrá la
vigilancia diaria de las actividades en el Carrasco, con el ánimo de impulsar
el cumplimiento de las normas ambientales. Fuente: Prensa de la CDMB
